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Cuando eres joven y debes sobrevivir en un país destruido

  • Luzmaigyrs M. González
  • 24 sept 2016
  • 3 Min. de lectura

Es común querer desistir cuando eres uno más de los que permanecen en un laberinto o en un callejón sin salida, sobre todo cuando ese espantoso lugar es tu mismo país, donde naciste, te criaste, viviste y sigues viviendo más años de tu vida, es más o menos algo así como tener grandes deseos y esperanzas de surgir, crecer, vivir, conocer ... y solo te debes conformar con lo que tienes, o simplemente con lo que hay, porque ¡Eso es lo que hay!

Con apenas 19 años y un desgraciado régimen presidencial el cual he tenido que vivir desde muy pequeña, ya que el gobierno de Chávez tiene 17 años en el poder exactos, es decir, cuando tenía tan solo 2 años de edad entró quien sería una de las personas más amadas y detestadas de toda la historia presidencial de Venezuela.

Ahora, ¿amada por quienes? me atrevería a decir que por la mayoría de los venezolanos y lo que fue para mi, aún teniendo menos años y muchas nociones menos sobre política lo peor que pudo pasar en el país, ya que ese fanatismo tan grande que existió hasta hace pocos años cuando tomó el mandato Maduro, hizo que hoy pagáramos todos las penurias y pestes de este régimen corrupto.

Pero ¿Qué pasa cuando la realidad del país te pisa, te aniquila, te destruye y te deja sin fuerzas para poder hacer absolutamente nada? quizás sea una pregunta sin respuesta, porque no hay palabra en la que se pueda abarcar toda la dura expresión de no poder ser un joven común o un joven más en Venezuela.

¿Qué es ser un joven más? eso, una persona que atraviesa por la juventud, esa edad en la que somos más tontos que cuando eramos niños, en la que hacemos más travesuras y locuras por rebeldía, experiencia, deseo o simplemente porque las hormonas pidieron algo más, entonces allí vamos y ¡cometemos una tontería!. Pero, sobre todo somos humanos con ganas de salir, conocer, experimentar, andar de fiestas, tener vida social, pareja, ir al cine con primos, ir a una discoteca con amigos de la universidad o simplemente salir a dar una vuelta con los compañeros de trabajo, pero más allá de eso, duele no poderlo hacer con total normalidad porque la situación país no deja.

Salir en Venezuela es sinónimo de que te roben, te secuestren o lo peor, no te permitan regresar a casa, simplemente para que luego no corras a denunciar o comentar nada al respecto, NO es ser amarillista, exagerado o dramático, es simplemente ser realista. Es tan difícil pensar en salir a conocer gente nueva o simplemente ir a un concierto con viejos compañeros del bachillerato sin antes pensar en incontables maneras de "cuidarse" de cualquier peligro, lo cual no es sano porque pasa de ser una manera preventiva de estar más pendientes, a una de tener un cuidado exagerado y extremo que hace que se permanezca en la calle CON MIEDO Y TEMOR.

Lo mas lamentable de querer TENER UNA JUVENTUD NORMAL, como esas que cuentan nuestros padres y abuelitos en sus relatos, en los que salían, compartían, viajaban, conocían e hicieron infinidades de cosas que actualmente la situación no permite. Más allá de eso duele saber que somos humanos y que eso como que no cuenta o no vale, como personas debemos tener derechos y sobre todo no tenerlos por tenerlos así como en Venezuela, debemos tener derechos que se cumplan, que cuando se exijan se escuchen y se implementen porque nosotros hacemos vida en este país que está tan destrozado en absolutamente todos los aspectos y niveles.

En fin, ¿Qué más da? seguir en esta miseria de revolución y gobierno, más no de país porque Venezuela es sumamente rica en todas sus áreas, desde el turismo, los minerales, la naturaleza, la flora, fauna, gentilicio, petróleo y demás, solo que contamos con un gobierno que ha despilfarrado nuestro dinero, bienes, economía, riqueza y lo que han podido llevarse a su paso. Mientras ellos nadan en poder y riquezas nosotros nos ahogamos en penurias y miserias.Que Dios nos bendiga cada vez más y sobre todo a nuestra hermosa nación, Venezuela.

 
 
 

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Luzmaigrys González

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